Una semana de encierro, otra de apertura. Una semana de encierro y otra de apertura. Así, desde junio de 2020, el régimen de Nicolás Maduro aplica una cuarentena en Venezuela cuyo plan está compuesto de tan estrictas como breves restricciones, seguidas por cortas y controladas aperturas, en los que llaman el «Plan 7+7» contra el coronavirus.
Este sistema de cuarentena en Venezuela impuesto por el gobierno tiene como único objetivo intentar combatir una pandemia que azotó y todavía azota a todo el mundo, reduciendo la circulación y por ende el aumento de contagios, mientras se espera la llegada de vacunas.
Cuando la cuarentena en Venezuela entra en los siete día de veda, solo se permite la circulación de trabajadores del sector salud, alimentos y seguridad con sus respectivos salvoconductos.
En los días de flexibilización de la cuarentena en Venezuela, diez sectores económicos pueden volver a la actividad, pero se fijan restricciones horarias muy específicas para cada uno de ellos.
Así, de esta manera, con cuarentenas y flexibilizaciones intermitentes, la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, por órdenes del presidente Nicolás Maduro, configuró un sistema de cuarentena en Venezuela que busca aminorar el efecto negativo en la economía (ya de por sí deteriorada).
Clases presenciales y cuarentena en Venezuela
El presidente Nicolás Maduro señaló que, a pesar de estar transcurriendo esta cuarentena en Venezuela, aspira a retomar las clases presenciales en los liceos y escuelas del país en octubre, «con todas las medidas de bioseguridad», al considerar que para entonces ya habrá conseguido controlar la pandemia por covid-19.
«Aspiro a que el plan que tenemos de vacunación entre los meses de junio, julio, agosto y septiembre se cumpla, podamos conseguir las vacunas que nos han asegurado para aplicarlas a más de 70 % de la población», prorrogando así un mes más el plazo de vacunación masiva, cuyo compromiso inicial contemplaba como límite agosto pero que seguirá bajo la modalidad actual mientras se continúe con la cuarentena en Venezuela.
Maduro, que encabezó un encuentro con estudiantes de educación media, señaló que «mediante el cumplimiento de la aplicación de las dosis», para octubre «se podrían tener buenas noticias para el retorno a las clases».
Vacuna covid en Venezuela
Mientras definen si continúan con las restricciones y el actual sistema de cuarentena en Venezuela, el Gobierno de Maduro acusó al dirigente opositor Juan Guaidó de mentir al «haber engañado» al pueblo con la promesa de comprar vacunas contra el coronavirus, para las que «no puso ni un centavo».
«Ese extremista criminal Juan Guaidó, que para todo ataca a nuestro pueblo, no puso ni un centavo para una vacuna del dinero que es del pueblo y no de él», manifestó la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, durante una actividad en el estado Aragua.
El opositor venezolano mostró, el pasado marzo, su disposición para buscar recursos y ayudar en el pago del mecanismo Covax para la vacunación contra la covid-19, pero -aseguró- el Gobierno «arrogante» rechazó su propuesta.
Rodríguez insistió en que las vacunas que han llegado al país «son producto de la preocupación y el empeño del presidente Nicolás Maduro por proteger la salud y garantizar la vida de la población».
Maduro dijo el pasado domingo que Venezuela había recibido «recientemente» 1.300.000 vacunas, una afirmación que Guaidó desmintió al considerar que, «si fuera cierto», lo hubieran transmitido por la televisión pública de manera repetida, igual que hicieron cuando llegaron cargamentos menores, uno de ellos de 50.000 dosis.
«Es mentira que hayan llegado 1.300.000 vacunas. Llegan 30 o 40.000 vacunas y…foto en el avión, foto aterrizando, foto regresando a Caracas, enseñan la caja… ¿Llegaron 1.300.000 vacunas y no hay una foto? Es evidente que es una gran mentira por parte de la dictadura», señaló el opositor que también criticó el sistema de cuarentena en Venezuela.
Antes de que se anunciara este nuevo lote, Maduro había dado detalle de la recepción de 930.000 vacunas procedentes de Rusia y China, en vuelos documentados en foto y video, mientras que el ministro de salud, Carlos Alvarado, subió esa cifra a 1.480.000, sin que se conocieran fechas de llegada del más de medio millón que marca la diferencia ni otros datos.
El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, instó este jueves a revisar el plan de trabajo y reajustar la cooperación de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) para adecuar sus características a las nuevas realidades, como la pandemia y las consecuencias del cambio climático.
«Hay que reformatear de alguna manera ese plan y, en algunos casos, tendremos que refundar las modalidades de cooperación que tradicionalmente hemos desarrollado, porque las circunstancias mundiales así lo exigen», sugirió Arreaza durante su participación virtual en la XXVI Reunión Ordinaria del Consejo de Ministros de la AEC.
Durante el encuentro, en el que República Dominicana entregó la presidencia pro tempore a México, el canciller justificó su recomendación por la crisis sanitaria, la recesión, las pérdidas en el sector turismo, los desastres naturales en la región y las consecuencias del cambio climático.
«La región del Gran Caribe se ha visto claramente vulnerable a partir de la crisis pandémica, la recesión económica exacerbada por ésta, la presión sobre la actividad turística de la que dependen muchos Estados insulares y los desastres naturales generados por volcanes y huracanes, además del cambio climático y los riesgos que representa para toda la región caribeña», explicó.
Asimismo, subrayó la desigualdad en el proceso de vacunación en las distintas zonas del Caribe y consideró que la AEC debe hacer «un gran esfuerzo para que sea equitativa, sobre todo de cara a quienes más lo necesitan».
Además, reiteró que, al igual que Cuba, Venezuela se ha visto agredida con medidas coercitivas unilaterales, con un bloqueo económico y financiero y con recursos retenidos en el extranjero, «lo que le ha dificultado la importación de insumos y vacunas para atender la pandemia del nuevo coronavirus».