Por falta de pago, la deuda de Venezuela con Brasil se disparó y ya llegó a US$ 1.225 millones (equivalente a R$ 6.300 millones), según datos del Ministerio de Economía. Las deudas se originaron por préstamos hechos por el país vecino en la época de los gobiernos del PT.
El Ministerio de Relaciones Exteriores envía periódicamente a Venezuela, documentos para el cobro del valor. Sin embargo, las cartas las recibe el gobierno de Juan Guaidó, quien es el presidente interino reconocido por el gobierno de Jair Bolsonaro (PL), pero no tiene acceso a las arcas del país.
Los recursos venezolanos están bajo la dirección de Nicolás Maduro, quien se mantiene en el poder, a pesar de la falta de reconocimiento por parte de muchos países debido a elecciones consideradas fraudulentas y con persecución a los opositores.
La deuda de Venezuela se refiere a acuerdos con el PT que implican servicios de ingeniería y préstamos para la adquisición de aviones y alimentos brasileños.
El presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva (PT), señaló que debe acercar a Brasil a la administración de Maduro, pero aún no está claro si el líder venezolano volverá a pagar la deuda.
Si se hubieran pagado según lo previsto, las cuotas terminarían en 2024. Si Venezuela sigue en default, la deuda aumentará en US$ 214,5 millones (alrededor de R$ 1.100 millones).
Venezuela debía pagar al Banco de Desarrollo de Brasil, BNDES, una empresa pública federal brasileña, vinculada al Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, $130.9 millones de dólares y al sector privado otros $143.7 millones.
Sin embargo, Venezuela dejó de pagar a Brasil $274.6 millones de dólares de una cuota vencida en enero pasado, correspondiente a la deuda que comparte con el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, BNDES.
Tras el impago parcial de Venezuela, el BNDES ha cobrado la deuda al Fondo de Garantía a la Exportación (FGE), la entidad brasileña que actuó como fiadora del negocio.
El FGE es un fondo del Tesoro Nacional vinculado al Ministerio de Hacienda que tiene como finalidad garantizar los préstamos a las exportaciones brasileñas o la financiación de las operaciones en el exterior de las constructoras.
Conversaciones con Venezuela para el pago de la deuda
El Ministerio de Hacienda de Brasil dijo este miércoles, que todavía hay conversaciones entre el Gobierno brasileño y el Gobierno de Venezuela para la regularización de la deuda.
Venezuela ha pagado desde 2002 más del 50% del total de los préstamos que el BNDES realizó a los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, el equivalente a $1,500 millones entre el principal de la deuda, intereses y otros recargos.
Odebrecht también en Venezuela
Gran parte de la deuda de Venezuela con el banco público brasileño se refiere a préstamos para obras ejecutadas por contratistas brasileños en su mayoría involucrados en el mega escándalo de corrupción LavaJato que sacude a Brasil y a varios países de la región.
En 2009, el líder del Partido de los Trabajadores, Lula Da Silva, se comprometió a financiar las obras de expansión del Metro de Caracas y otorgó un crédito de 747 millones de dólares al régimen chavista.
De acuerdo con el BNDES, el total prestado a Venezuela para la ejecución de nueve proyectos en ese país fue de $3,340 millones de dólares. Las constructoras beneficiadas por el dinero fueron Andrade Gutierrez ($1,503 millones), Odebrecht ($1,466 millones) y Camargo Correa ($369 millones).
La deuda actual venezolana con el banco público brasileño asciende a cerca de $1,000 millones de dólares, según informa el sitio noticioso.
Sanciones impuestas impiden los pagos
Son muchos los factores de la crisis económica de Venezuela. Y la deuda externa es uno de los que reviste mayor seriedad pues no sólo afecta al presente sino también al futuro.
Venezuela lleva años de descenso de su Producto Interno Bruto (PIB), hiperinflación desde noviembre de 2017 y lo que agrava la situación son las sanciones internacionales contra el gobierno de Nicolás Maduro, que dificultan aún más su financiación.
Uno de los motivos de la falta de los pagos con Brasil, son las sanciones impuestas a Venezuela por Estados Unidos y la Unión Europea que impiden disponer de los dineros retenidos y, además, no permiten que Venezuela reciba dinero que le adeudan otros países.