Keila María Pozo, una inmigrante de Venezuela que ahora vive en Denver, no es una migrante reciente, pero explicó por qué tantos están huyendo de su país de origen.
Keila María Pozo, ha vivido en Denver durante un año y medio, y recientemente se convirtió en ciudadana estadounidense. «No tenemos salud, ni comida, ni nada», dijo Pozo sobre su país de origen. «Nuestros hijos mueren. Tenemos un alto grado de desnutrición. Ves gente buscando comida en la basura».
Pozo dijo que incluso al hablar públicamente sobre las condiciones en Venezuela, podría tener problemas con las autoridades si alguna vez regresa al país. Sin embargo, manifestó sentirse muy bienvenida por la comunidad, y que su experiencia en Denver ha sido «maravillosa».
«Lo único que le pido a Denver y a todos, en todo el mundo es que nos den la oportunidad de mostrarles que vamos a hacer lo mejor que podamos por este país», dijo.
Situación de emergencia por inmigrantes de Venezuela en Denver
En el Censo de 2015 la población de Denver era de 682.545 habitantes, convirtiéndose en la decimonovena ciudad más poblada del país, ahora, superando los 700 inmigrantes de Venezuela que llegaron en los últimos meses, el alcalde Michael Hancock declaró situación de emergencia para evitar una «crisis humanitaria local de inmigrantes sin refugio».
Albergues para inmigrantes en Denver están a plena actividad
El miércoles 22 de diciembre, empezó a funcionar un refugio temporal en el Denver Coliseum que cuenta con 225 camas.
El alcalde Hancock afirmó que la instalación estará disponible para cualquier persona que la necesite, incluidos vecinos sin hogar, los inmigrantes que han llegado recientemente a la ciudad y cualquier persona que necesite un lugar seguro para estar abrigado.
Muchas de las personas que llegan son solicitantes de asilo y refugiados, que huyen de condiciones peligrosas y mortales en sus países de origen.
La ciudad está colaborando con socios sin fines de lucro, como Casa de Paz, para mantenerse al día con los suministros y el refugio necesarios y para ayudar a los inmigrantes, que llegan a sentirse seguros y bienvenidos.
«Algunas de las conversaciones que he tenido con las familias han sido, que las cosas son realmente difíciles en los países de los que vienen», dijo la directora ejecutiva de Casa de Paz, Andrea Loya.
«Pero la comunidad que tenemos en Denver, incluso de otras organizaciones para inmigrantes, son increíbles. Aparecen. Se han estado inscribiendo, y donando, y solo quieren ayudar. Y creo que nuestros amigos inmigrantes sienten eso».
La ciudad de Denver y organizaciones como Casa de Paz están pidiendo donaciones de ropa de invierno y abrigos para ofrecer a los inmigrantes cuando ingresan a los refugios.
Por otra parte, las ciudades de Colorado Springs y Aurora, la segunda y tercera más pobladas de Colorado, indicaron que no recibirán inmigrantes. Mientras que Fort Collins, otra de las ciudades al norte del estado, anunció que activaría un albergue para indocumentados.
La ciudad de Denver fue fundada en 1858 como un pueblo minero durante la fiebre del oro, en el oeste del territorio de Kansas. Con una superficie total de 401,3 km², Denver es llamada Queen City of the Plains, en español Reina de las Llanuras, debido a su importante industria agrícola establecidas en las regiones de las llanuras.
Denver es la capital y la ciudad más grande del estado de Colorado en Estados Unidos. Situada al este de la Cordillera de las Montañas Rocosas, y a una altitud sobre el nivel del mar de 1609 metros, con cuatro estaciones diferenciadas y temperatura media anual de 10 °C.
Su clima es fuertemente influenciado por la proximidad de las Montañas Rocosas y es una de las localidades que, durante esta fecha, ha sufrido el fuerte embate del frío invernal.
Actualmente hay más de 465 mil venezolanos en territorio estadounidense, muchos llegaron por la inseguridad, crisis políticas y económicas durante el periodo de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.