Un misterio que fascina a expertos y aficionados de las ciencias astronómicas, definitivamente es la Nube de Oort, llamada por algunos expertos nube cometaria, es una enorme región situada en los confines del sistema solar y en donde se cree podrían originarse los cometas.
La Nube de Oort, se encuentra más allá de Plutón, es una gigantesca «nube» de bajísima densidad, compuesta por núcleos de cometas, es decir, rocas de hielo formadas por agua, amonio, metano y etano a -250 ºC, de tamaños de entre 0.5 y 500 Km.
Consta de dos partes: una «interna», con forma de disco, situada a unos 450.000 millones de Km del Sol y una «externa» con forma de esfera, situada a 11 billones de Km (1 año luz) del Sol.
La también llamada Nube de Öpik-Oort en honor Ernst Öpik y Jan Hendrik Oort, fue descubierta en 1950 y se estima que es una región hipotética en el espacio, puesto que jamás se ha podido visualizar por encontrarse demasiado lejos, al extremo de presumir que la Nube de Oort marca los límites de nuestro sistema solar.
La inmensa escombrera, según simuladores especiales, estaría compuesta por restos del disco protoplanetario que se hizo alrededor del Sol, de gas y escombros del sistema solar, que emergieron hace más de 4600 millones años.
Según este estudio, se dice que, en la Nube de Oort, los escombros vendrían siendo los restos que se desprendieran de la formación de otros planetas gigantes y de otras estrellas más cercanas.
La Nube de Oort podría estar compuesta por partículas que se formaron muy cerca del Sol, cuando el sistema solar todavía estaba en sus primeras etapas de desarrollo, además de albergar entre 1 y 100 billones de objetos, lo que supone que la Nube de Oort tendría una masa 5 veces más que la de la Tierra.
La Nube de Oort, reserva de cometas de período largo
Se presume que la Nube de Oort es la fuente principal de la formación de cometas del sistema solar, estos objetos no pueden observarse directamente, solo cuando se aproximan al Sol.
En su amplia extensión se puede dividir en dos regiones diferenciables: la Nube de Oort exterior de forma esférica y la Nube de Oort interior de forma toroidal.
La Nube de Oort exterior se encuentra muy poco ligada al sol y es prácticamente la mayor fuente de los cometas de periodos largos porque su órbita es más grande. No se conoce la masa de la Nube de Oort exterior con exactitud, pero se toma como prototipo al famoso cometa Halley por la frecuencia en que este fenómeno aparece.
Por otra parte, la Nube de Oort interior, llamada también la Nube de Hills, se estima sea mucho más densa que la otra región de la nube, puesto que posee más objetos, aunque continúa siendo desconocida en varios aspectos.
Se dice que de ella provienen la mayor cantidad de cometas del sistema solar y que la misma suple de cometas a la Nube de Oort exterior, para mantener la existencia de la nube en sí, a través de millones de años.
Los cuerpos que componen la Nube de Oort son tan pequeños, débiles y se mueven tan lento que un portavoz de la NASA explico que “en un futuro predecible los cuerpos en la Nube, estarán demasiado lejos para ser fotografiados directamente”.
De hecho, es considerada una nube y no un cinturón, como en el caso del Cinturón de Kuiper, debido a que se trataría de un cúmulo de partículas con órbitas excéntricas fácilmente influenciadas por el paso de otras estrellas cercanas.
Nunca se ha observado con exactitud esta parte del espacio, ni tampoco se ha probado ninguna de estas teorías, aunque podrían cambiar gracias a la misión Voyager encargada de recorrer a la Nube. De ser exitosa esta misión, nuestros descendientes, en 300 años, podrían confirmar o negar su existencia.
Existen muchos misterios científicos en nuestro sistema solar por explicar, afortunadamente la ambición del hombre por el conocimiento es infinita y gracias a los avances tecnológicos de seguro, en tiempos no muy lejanos, encontraremos la forma de convertir misterios como la Nube de Oort, en hechos científicos.